¿QUÉ ES LA TERAPIA?

¿A quién puede beneficiar?

Al tratarse de una terapia segura y no invasiva, con un enfoque tan suave y sutil, es apropiada para personas de cualquier edad, incluyendo bebés, niños y personas mayores, así como mujeres durante el embarazo y el postparto.

Esta terapia es muy efectiva para mejorar la recuperación de muchos tipos de trauma, como por ejemplo los causados por un accidente, una lesión o una operación quirúrgica o en periodos de estrés o ansiedad. Debido a que el contacto es tan sutil, se puede aplicar en aquellos casos en los que una intervención manual directa pudiera ser demasiado invasiva.

 

 

¿Por qué la gente elige esta terapia?

Hay numerosos motivos por los que la gente elige esta terapia, entre otros:

  • Ofrece un enfoque alternativo a su problema de salud.
  • Recomendaciones de amigos, parientes o colegas.
  • Para ir más allá del síntoma para procesar la causa original.
  • Les resulta agradable la sensación de relajación profunda y paz y alivio del estrés.
  • Sienten un cambio a un nivel profundo, no solamente un cambio de los síntomas
  • Disfrutan del enfoque suave, no invasivo y la sensación de ser realmente escuchado y oído.
  • Como un enfoque preventivo para mantener la buena salud

¿Cómo es la terapia?

Al principio del tratamiento habrá un rato de diálogo que incluirá la elaboración de una historia clínica e información relacionada con la visita. Luego se te pedirá que te eches en la camilla totalmente vestido, excepto los zapatos, aunque a veces es necesario quitarse la ropa para hacer la evaluación inicial, de la espalda, por ejemplo.

La terapeuta se ocupará de que estés cómodo, preguntándotelo. Establecer confort es un paso inicial importante que asegura que lo que surja en la sesión esté relacionado contigo y no sea reacción a una sensación de falta de seguridad con el terapeuta o incomodidad en la camilla.

Cuando se establezca el contacto, la terapeuta te preguntará para asegurarse de que el contacto es adecuado para ti. El trabajo en la sesión incluye un contacto muy ligero y suave. Tu terapeuta quizá empiece en los pies, en la cabeza -el cráneo-, o en tu sacro (el hueso triangular en el extremo inferior de la columna). Durante la sesión, dependiendo de las sensaciones que surja, la terapeuta se acerque a otras zonas del cuerpo, usando el contacto que considere más adecuado para ti.

Las sesiones, incluyendo una conversación después, pueden durar entre hora y hora y media, dependiendo de la terapeuta con quien estás trabajando y tus necesidades. Durante ese tiempo, la terapeuta contactará suavemente partes de tu cuerpo y escuchará los movimientos sutiles y hará un seguimiento de las reacciones y cambios en tu sistema. En este proceso, la terapeuta escuchará para detectar la expresión de tu cuerpo del orden de prioridades para la sesión. Es importante mencionar que mientras una sola sesión puede tener efectos muy marcados, a veces lleva varias sesiones. Con frecuencia hay varias cuestiones que se relacionan con un problema en particular y la terapeuta comunicará cómo el cuerpo comunica su prioridad o prioridades que tratar.

Durante la sesión

En la sesión con frecuencia tiene lugar un proceso de soltar experiencias de vida que ya no sirven, que inhiben tu salud y tu vitalidad.

A veces esta liberación de experiencias está acompañada con emociones y otros sentimientos. Según estos patrones comienzan a resolverse, puede que notes sensaciones y será de utilidad para el terapeuta que puedas compartir la experiencia.

Durante la sesión es posible que tú:

  • Te relajes tan profundamente que te quedes dormido.
  • Entres en un estado tranquilo, semejante a la meditación.
  • Sientas una agradable sensación de calor, ablandamiento o estar flotando.
  • A veces, puede que experimentes otro tipo de sensaciones según la energía que ha estado retenida en el cuerpo se libera.
  • Experimentes recuerdos o te vengan ideas cuando estás en la camilla.

Al acabar la sesión

Al terminar la sesión es posible que:

  • Te sientas relajado, pero también lleno de energía.
  • Descubras que estás respirando de forma más profunda y completa.
  • Te sientas más cómodo en tu cuerpo.
  • Sientas una nueva sensación de paz y relajación.
  • Notes una mejora en tus patrones de sueño.

Sea cual fuera tu experiencia, tu terapeuta tomará unos minutos para estar contigo cuando te bajes de la camilla para ver cómo te encuentras. Esta es una buena oportunidad para encontrar las palabras que describan tu experiencia y reflexionar sobre lo diferente que te sientes después de la sesión.

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