“Una terapia profunda, sutil e intensa. Un trabajo que le pide al terapeuta aprender a estar presente, soltar aquello que le impide ser, para poder ser con su cliente. Con este método uno acorta distancia con uno mismo para poder acercarse con amor y respeto al otro. Es aprender a escuchar los  mensajes del cuerpo. Es tocar sin agarrar, es acompañar sin invadir, es conectar sin pretenderlo.
A través de la terapia craneosocral biodinámica descubrimos que hay un mundo enorme más allá del cuerpo, con su propio ritmo y conciencia. Con la preparación adecuada,  conectamos con algo grande y trascendente, que los profesionales llaman Aliento de Vida.
Y eso puede ser esta terapia, estimular la Vida profunda que late en todos nosotros para volver a disfrutar de la salud y el bienestar esenciales que emergen de manera natural cuando por fin nos lo permitimos.”

Belén Blanco. Periodista y terapeuta